Momento muy complicado para el club de Turín, entre los malos resultados y la investigación por las plusvalías ficticias. Los hinchas quieren otro cambio en el banquillo.
La Juventus no deja de empeorar, mes tras mes. El curso pasado acabó con el adiós a la histórica racha de ‘scudetti’ y una clasificación a la Champions conquistada sobre la bocina (y gracias al suicidio del Nápoles), pero la marcha de Cristiano agravó una situación que ni el regreso de un hombre de confianza como Max Allegri pudo cambiar. Tras el 4-0 sufrido con el Chelsea, los ‘bianconeri’ sumaron ayer ante el Atalanta su sexta derrota en esta temporada. Era un partido fundamental para no alejarse de los puestos de Champions, que ahora están a siete puntos, mientras que el Scudetto ya se ha puesto imposible (Milan y Nápoles están a 11 puntos, con un enfrentamiento menos).
A todo eso hay que sumarle la investigación por el caso de las plusvalías ficticias, con la policía financiera italiana registrando las sedes de la entidad. Un momento negro en el que los ‘tifosi’ ya identificaron al primer culpable: Allegri. Después del enfrentamiento de ayer, el hashtag #AllegriOut invadió las redes sociales, pidiendo el que sería el cuarto cambio en el banquillo en dos años. Los hinchas denuncian, además de los malos resultados, la falta de identidad del equipo, que además de jugar mal ha perdido su habitual solidez, como demuestran los 16 goles encajados en 14 partidos. «Si estamos en esta posición en la clasificación es porque valemos eso», dijo el italiano ayer, que luego optó por declarar que se había sobrevalorado a su plantilla: «Tenemos un buen equipo, pero cuando se dice que somos la mejor plantilla es un error. Somos un conjunto que puede estar en los primeros cuatro puestos». Frases que, obviamente, no gustaron en el ambiente ‘bianconero’, en el que esperan novedades en el mercado de enero.
Dusan Vlahovic es el gran objetivo de la Juve para reforzar una necesitada delantera, aunque la Viola prefiere que acabe el curso actual ahí y, sobre todo, que se marche al extranjero. Mientras, eso sí, Agnelli tendrá que defenderse de las acusaciones de la fiscalía de Turín. No serán meses tranquilos.